jueves, 18 de julio de 2013
Autores del Realismo
1:57 a.m.
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Juan Valera (1824 – 1905)
Hijo de familia noble, fue un hombre culto y refinado. Aunque empezó a
escribir cuando casi tenía 50 años, es uno de los escritores más destacados del
realismo. Su obra, aunque escasa, destaca por su perfección formal y buen gusto
literario. Hombre inteligente que supo mostrar en sus textos el equilibrio
entre un escritor de ideología conservadora y unos contenidos sin exceso de
dogmatismo.
Su novela más conocida es Pepita Jiménez. Narra la historia de
un seminarista (estudiante de sacerdocio) que se enamora de una joven, con la
que su padre viudo pensaba casarse. Al final triunfa el sentido común,
inspirado en el reformismo ilustrado del siglo XVIII.
José María Pereda (1833 – 1906)
Autor de prestigio en su momento, hoy es un novelista prácticamente
olvidado. Su extensa obra narrativa la componen principalmente novelas de
ambientación rural. Se enfrentó abiertamente con los escritores progresistas y
muchas de sus novelas son respuestas literarias a los planteamientos de éstos
y, por tanto, en defensa de la iglesia, los valores tradicionales y el
conservadurismo político.
Escribió sus mejores obras en las últimas décadas del siglo, cuando dejó a
un lado el realismo de tesis (aunque su idea del mundo no hubiera cambiado).
Entre sus mejores novelas están: Sotileza (1885), epopeya de
la noble y dura subsistencia de los pescadores en Santander; y Peñas
Arriba, (1895), sobre la vida rural en la montaña cántabra.
Emilia Pardo Bazán (1851 – 1921)
La condesa de Pardo Bazán fue la única autora destacada del periodo. Sobresalen
sus novelas Los Pazos de Ulloa (1886) y La madre
naturaleza (1887)
La primera se ambienta en un “pazo” o casa señorial de Galicia. De estilo
naturalista, en la novela encontramos todos los temas más recurrentes del
realismo-naturalismo: el caciquismo y sus consecuencias en la sociedad de una
pequeña ciudad de provincias; el amor (y en ocasiones los abusos sexuales)
entre personajes de diferentes clases sociales; la vida de los ricos
propietarios y la de los humildes trabajadores del Pazo; la intervención
política y social del cura del lugar ejerciendo su influencia y poder para
condicionar la vida pública. La madre naturaleza es su
continuación, y en ella se trata otro de los temas también de moda en el
Naturalismo: el amor entre hermanos.
Benito Pérez Galdós. (Gran Canaria 1843 – Madrid 1920)
Es el escritor más importante del realismo y uno de los novelistas
españoles más grandes de todos los tiempos. Estudió derecho pero se
dedicó a la literatura desde muy joven.
Hombre sin prejuicios y de ideología progresista, trató en sus novelas de
observar la realidad para ofrecer “respuestas literarias” que ayudaran a
resolver los males de España. Se ocupó de todos los temas importantes y
polémicos de aquella realidad a la que tanto intentó describir de la manera más
exacta posible. En sus novelas no hay doctrinas morales ni tesis explicitas
(excepto en su primera época), pero sí una actitud crítica respecto a todos los
problemas sociales de su tiempo, con el ánimo de concienciar al lector
para que reflexione sobre el mundo que tiene a su alrededor. En este sentido,
sus novelas plantean problemas comunes como los político-religiosos; la
contradicción entre lo tradicional y lo liberal, etc. Y todo ello (de ahí su
grandeza) sin descuidar el estudio psicológico de sus personajes. Los
personajes de las novelas de Galdós tienen alma, visicitudes, historia… vida
propia. Dar vida al personaje es el reto de cualquier novelista, y en
este afán Galdós fue un maestro aún no superado.
Escribió más de setenta novelas que podemos agrupar en las siguientes
colecciones:
·
Los episodios Nacionales: Visión novelada de
la historia más reciente de España, desde la invasión napoleónica hasta su
tiempo. Destacan Trafalgar y El dos de Mayo.
·
Novelas contemporáneas de la primera época: El autor agrupó bajo
este título sus primeras novelas dentro del realismo de tesis. La mayoría de
ellas se desarrollan en ciudades de nombre inventado con la intención de
establecer un paralelismo ficticio con la realidad social del momento.
Destacan novelas como: Gloria, La Fontana de Oro, El audaz, la familia
de León Roch yDoña Perfecta
·
Novelas contemporáneas de la segunda época.De técnica naturalista,
la mayoría se ambientan en la ciudad de Madrid y ya se han desprendido del
corsé del realismo de tesis. En ellas Galdós – como en su momento Balzac, por
ejemplo- crea un pequeño mundo donde los mismos personajes repiten su aparición
en diferentes novelas, con la intención de recrear literariamente un mundo
paralelo, lo más verosímil posible, a la realidad del momento. Destacan: Fortunata
y Jacinta (1885),La desheredada, Miau, Misericordia o La de
Bringas.
En sus últimos años, dejó de lado la preocupación social y practicó
un realismo más preocupado por descubrir el interior del alma humana, en
perpetuo conflicto con disposiciones éticas y religosas. A esta etapa se le ha
puesto la etiqueta de “realismo místico”. Destacan obras como Jeromín o Misericordia.
Leopoldo Alas “Clarín” (1852- 1901)
Nació en Zamora, aunque pronto se trasladó a vivir a Oviedo, y siempre se
sintió asturiano. Estudió Economía y llegó ser catedrático en la Universidad de
Oviedo. Desde joven practicó el periodismo en artículos que firmaba como Clarín (sobrenombre
por el que se le conoce hoy como escritor). Como articulista fue temido por sus
implacables (pero acertadas) críticas literarias. Sufrió varias crisis
personales que le condujeron a perder la fe y a convertirse en un convencido
anticlerical. Tuvo ideas republicanas pero pronto se desengañó también de la
política.
Dominó el cuento y el relato breve; destacados son relatos como Pipa (1879)
y Adiós, Cordera. Pero sin duda, las obras que le han dado la fama
son las dos novelas que escribió: La Regenta (1885) y Su
único hijo (1895). La primera es una vasta novela de técnica
naturalista que retrata el ambiente de enfrentamiento ideológico y político que
vivía la sociedad española en ese momento, encarnado en la disputa que por Ana
Ozores (la Regenta) mantienen Fermín de Pas (el Magistral, conservador) y
Álvaro Mesía (jefe del partido liberal). La obra es considerada, junto a Fortunata
y Jacinta, de Galdós, como la mejor del siglo XIX.
Armando Palacio Valdés (1857 – 1938)
Otro importante escritor asturiano. Sus obras son la mayor parte novelas
naturalistas que retratan la problemática social del momento, especialmente en
la polémica clerical que caracterizó a muchas de éstas. Es un autor menos
recordado hoy día, seguramente, debido a que su prosa no alcanza la altura
estética ni humana de los grandes autores del realismo, con todo dejó algunas
obras de valor como La hermana San Sulpicio y La aldea
perdida.
Vicente Blasco Ibáñez (1867- 1928) El más joven de su generación. Fue
autor de un naturalismo muy condicionado por la ideología de izquierdas,
anticlerical y republicana del autor. Tuvo éxito en España y sobre todo mucho
éxito fuera, especialmente en EE.UU. Con novelas como Sangre y
Arena o, sobre todo, Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916)
que según la revista The Illustrated London News en 1921 era
el libro más leído del mundo aparte de la Biblia. Narra las vicisitudes de
cuatro familias que sufren las consecuencias de la I Guerra Mundial
Sin embargo, sus mejores novelas son las de ambiente valenciano. Son
novelas de un naturalismo al estilo de Zola, que centran su atención en lo más
sórdido y marginal de la sociedad; en este caso, en las gentes del campo
valenciano que padecieron una vida de penalidades y humillaciones: Cañas
y Barro, La Barraca, Arroz y tartana, La bodega, etc.
Realismo Literario
1:22 a.m.
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Contexto histórico- social del s. XIX
El siglo XIX es una época en la que se realizan notables transformaciones en todos los aspectos.
Durante este siglo se dio la Revolución Francesa, que con sus ideas reformistas provocó una profunda crisis en la sociedad y la política, que producirá el final del Antiguo Régimen y del sistema monárquico absolutista.
En el s. XIX va a dominar un sistema liberal que defiende la soberanía popular: el poder reside en el pueblo, el cual está representado por personajes elegidos por sufragio universal. También son defendidas las libertades de pensamiento y expresión.
Después de la caída de Napoleón se sucederán una serie de enfrentamientos entre absolutistas y liberales, pero sin consecuencias importantes. Además del liberalismo se desarrollará el socialismo utópico, defendido por Saint-Simon, que condena los abusos del capitalismo y propone un tipo de sociedad igualitaria. Con la publicación del Manifiesto Comunista de Marx y Engels en 1848 se dará paso al socialismo científico, que produce una revolución en la sociedad y la economía.
Al mismo tiempo se desarrollan los grupos nacionalistas que produjeron independencias en algunos países europeos como Grecia o Bélgica. Más tarde, aparecerán gobiernos más autoritarios que serán apoyados por la burguesía que había optado por una posición más conservadora para defender sus privilegios, como hizo Napoleón III (Francia) o la reina Victoria (Inglaterra).
Por lo que podemos decir de la sociedad, la tradicional sociedad estamental deja paso a una sociedad de clases. La burguesía toma parte en el poder y sigue ligada con el desarrollo industrial. Esta es la llamada “Era del maquinismo”, donde se desarrolla mucho el ferrocarril, hay grandes avances técnicos y sanitarios (la vacuna por Pasteur) y se inicia el capitalismo.
La expansión demográfica es también uno de los graves problemas durante este siglo. Las grandes concentraciones que se producen en las ciudades más industrializadas provocarán enfrentamientos entre burgueses y proletarios; la clase obrera actuará por medio del socialismo o del anarquismo.
De este siglo, podemos destacar la crisis racional que se produce y el nuevo concepto de cultura además de nuevas formas de pensar. En la primera mitad de siglo muere el filósofo Kant, y la Filosofía se dirige hacia la teoría idealista de Hegel, que valora bastante las fuerzas del espíritu y se preocupa mucho por la historia. Después, Compte introducirá una reacción filosófica positiva que tiene su origen en los hechos observables, esto supondrá una nueva manera del pensar.
En la parte científica se realizarán grandes progresos, en especial en la Física, Medicina y Biología (evolucionismo de Darwin). Ya en la segunda mitad, las ciencias sociales como la Psicología y la Sociología comenzarán a tener un gran interés y tendrán gran influencia en la Literatura.
En la literatura se viven tres grandes movimientos durante el s. XIX en España y en toda Europa: Romanticismo, Realismo y Naturalismo.
España en el s. XIX
El inicio político de esta etapa de la historia española se a considerado la Guerra de la Independencia contra la invasión napoleónica, la cual despertó el patriotismo. Mientras se desarrollaba la guerra, se redactó la primera Constitución liberal aprobada por las Cortes de Cádiz en 1812, pero solo durará hasta la llegada al poder de Fernando VII, quien rechazará esta Constitución e iniciará un periodo de absolutismo, que durará hasta 1833, año en el que muere. Es una época de retroceso cultural y social, en el que los intelectuales son exiliados y no hay libertad de expresión.
A la muerte del Rey, se produce una división entre los partidarios de Isabel II , hija del monarca y menor de edad, y Don Carlos, hermano del rey y de tendencia más conservadora. A esto se sucede una guerra civil, la guerra carlista, entre estos dos bandos. Esta división permanecerá a lo largo del siglo y se reflejará en la literatura de la época.
Tras un periodo de regencias, en 1843 Isabel II subirá al trono, pero en 1868 una revolución popular destronará a la reina y se proclamará un nueva Constitución. La lucha carlista sigue y la crisis político-social empeora.
Al final del corto reinado de Amadeo I de Saboya, en 1873, en España se proclama la República. Esta etapa conflictiva no terminará hasta la llegada de Alfonso XII quien inicia la Restauración.
En el poder hay enfrentamientos entre liberales y conservadores, y se producen guerras en Cuba, Marruecos y Filipinas, donde se pierden las últimas colonias españolas.
El Realismo
Es un movimiento cultural que se da principalmente durante la segunda mitad del s. XIX en toda Europa. Esta nueva manera de ver las cosas se inicia hacia 1850 en Francia , con la publicación de la revista “Realisme” que define los rasgos más característicos de este movimiento.
Las novelas realistas se escriben desde los años treinta pero el Realismo como escuela no se consolida hasta la década de los cincuenta, con la Revolución de 1868, en que van tomando cuerpo las posiciones antirrománticas o superadoras del Romanticismo.
Asigna como fin a las obras artísticas o literarias la imitación fiel de la naturaleza, cuyo auge se da en Europa en la segunda mitad del siglo XIX.
Características del Realismo
- Aparece una rigurosa observación de la realidad como método descriptivo, influido por las ciencias experimentales; los escritores se documentan sobre el terreno, tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, la indumentaria, etc. También buscan en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.
- Utilización de una técnica objetiva frente al subjetivismo romántico. El autor es un cronista aunque en ocasiones exponga algunas opiniones personales.
- Intención social de los escritores. Se intenta descubrir las lacras o cualidades, manías y hasta deformidades sociales y contribuir a eliminarlas; renace la idea del “Arte útil”.
- En el estilo se observa una progresiva eliminación de la retórica grandilocuente de los románticos, se adapta el lenguaje a la condición social del personaje. De ahí la importancia que adquiere el reflejo del habla popular .
- El novelista refleja ampliamente la sociedad contemporánea. Se recoge una gran diversidad de ambientes. Entran ahora en la novela sectores sociales como los medios burgueses o las capas inferiores de la sociedad.
Como conclusión el Realismo desarrolla elementos románticos: el costumbrismo, el gusto por lo local y regional; sin embargo, elimina algunas facetas anteriores como el subjetivismo, el uso exagerado de la imaginación o la evocación constante del pasado legendario.
Los Temas
Principalmente están derivados de la mentalidad burguesa: el poder, el dinero, la influencia social o las cuestiones políticas del momento.
Los Personajes
Reflejan los cambios y tensiones sociales, aparecen proletarios, mendigos, políticos y la clase media.
La Novela realista
Durante la segunda mitad del s. XIX se desarrolla una prosa periodística, la llamada prensa obrera, cuenta las tensiones sociales de la época. Más tarde florece la prosa científica y humanística, pero el verdadero esplendor de este género se da con la novela.
En la novela se consiguió dar una visón completa de la sociedad en un determinado tiempo histórico : los personajes, los ambientes, los problemas, … formando un mundo verosímil y cotidiano. El novelista se convierte en el portavoz de la conciencia colectiva, consiguiendo una buena conexión entre novelista y sociedad.
Características de la Novela Realista :
- El tema principal de la novela es el conflicto entre el individuo y la sociedad. Se intenta conocer el motivo de la marginación del personaje dentro de la sociedad.
- El centro de la novela es el personaje, que reúne y expresa los rasgos generales de su grupo social. Se consigue un retrato casi perfecto del personaje, no solo físico sino también moral ; utilizando las técnicas de exploración de la alma humana como el monólogo interior y el estilo indirecto libre.
- Hay una variada pintura de ambientes, principalmente costumbristas ; reuniones en casinos, paseos callejeros, culto religioso, fiestas populares, etc.
- Es una representación total de la vida, eliminando lo fantástico. El autor muestra las miserias e intereses humanos de la época, convirtiéndose en crítico y juez, intentando mejorar la sociedad.
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